miércoles, 20 de junio de 2012

La Felicidad depende de ti!

La felicidad, ese concepto tan extraño de entender; tan difícil de disfrutar aveces, tan lejano para algunos y tan grande y presente para otros.
A lo largo de mi vida he tratado de entender qué es la verdadera felicidad. Recuerdo cuando era pequeña y se lo preguntaba a mi mamá, ella me respondía que la felicidad es la clave para todo en la vida y que sólo la iba a alcanzar si tenía a Dios y amor en mi corazón. La verdad, este concepto lo entendí cada vez más con el paso del tiempo. Hoy puedo afirmar que mi infancia fue corta, pero verdaderamente feliz. Tenía a mi lado a mi familia y amigos y no me puedo quejar, estaba satisfecha con la vida que tenía. Cuando tenía 9 años mi madre falleció por motivos de salud. fue ahí cuando me di cuneta que la vida nos de color de rosa siempre, sino que te golpea por la espalda cuando menos lo esperas. Fue devastador para mí. Esto trajo consigo problemas familiares, la vida ya no era la de antes, no existía una persona quien me motivara y comencé a ver la felicidad como un destino al cuál yo nunca iba a llegar.
Este sentimiento permaneció en mi por muchos años, años que hoy lamento haberlos perdido. pero luego me di cuenta de que había algo mucho más grande que me iba a sacar del hoyo en el que estaba, lo más grande que puede existir en este mundo: DIOS. Gracias a la fe que tenía pude comprender su voluntad y el plan que Él tenía para mí. Aprendí que mi erro fue poner una coma dónde el destino ya había puesto un punto final en la vida de ser que más amaba; que la vida es un libro abierto y depende de nosotros cuando pasar la página y que la vida es corta, por eso debemos tomar cada instante, apreciarlo y aprovecharlo al máximo.
En la actualidad, se puede definir la felicidad de distintas formas. Muchos libros afirman que la felicidad es el estado de ánimo que se producen la persona cuando cree haber alcanzado una meta deseada. Tal estado propicia paz interior, un enfoque del medio positivo, al mismo tiempo que estimula a conquistar nuevas metas. Otros dicen que es una condición interna de satisfacción y de alegría. Según la filosofía occidental, ser feliz es autorealizarse, ser autosuficiente y experimentar placer intelectual y físico. Aristóteles afirmó que todos estamos de acuerdo en que queremos ser felices, pero en cuant intentamos declarar cómo podemos serlo empiezan las discrepancias. Según la filosofía oriental, la felicidad se concibe como una cualidad producto de un estado de armonía interna que se manifiesta como un sentimiento de bienestar que perdura el tiempo y no como un estado que es sólo pasajero. Y según la religión, la felicidad sólo se logra en la unión con Dios y no es posible ser feliz sin esta comunión. 
Pero en mi opinión, el concepto de felicidad es tan grande que no lo voy a poder describir con palabras, sólo me basta sentirlo en mi ser para saber que he hallado en la que tanto anhelo. Además, todas somos diferentes, tenemos distintos factores que día a día nos acompañan, realidades diferentes y diferentes mentalidades. Todos queremos ser felices, pero la felicidad se hallará de forma distinta en cada uno de nosotros. El concepto que yo tenga no será el mismo que ustedes tengan, los sentimientos y emociones tampoco lo serán. Lo único que importa es ese sentimiento de plenitud con uno mismo. 
La vida no es fácil, eso ya lo sabemos todos, y lograr lo que uno desea en la vida tampoco lo es. Es complicado, pero no imposible. Por mucho que sueñes con encontrar la felicidad, si no lo intentamos no la conseguiremos. Los problemas de la vida no se llamarían obstáculos si no hubiera una manera de superarlos, por eso, no vayas por la vida caminando mirando al suelo intentando no tropezar, mas bien arriesgate, tropiezate, levántate y retorna a tu camino aunque te sientas mal para demostrar que después de un tropiezo te pudiste levantar. No sigas órdenes sino tus sueños, busca el bien propio pero también el de tu prójimo porque la felicidad más grande es ver sonreír a alguien y saber que tú eres el motivo. No te pongas límites, sí lo haces, tú mismo te impedirás crecer. Haz que tu sonrisa cambie el mundo y no dejes que el mundo cambie tu sonrisa. Porque ser feliz no significa que todo sea perfecto, sino que has decidido ver más allá de las imperfecciones. 
Lo bueno es que después de cada obstáculo, de cada desafío de la vida, contra cada prueba de valor llegara la experiencia, como suma de todos nuestros errores. Y un día, sin que realmente que esté así el cerca, nos sentiremos plenos, felices, respiraremos profundo y hondo y entonces miraremos con ojos húmedos, pero llenos de alegría, todo lo que hemos construido en nuestras vidas. Satisfacción y un sentimiento de haber aportado un pequeño grano de arena a mejorar nuestra vida y la de quienes nos rodean. 

Por eso hoy doy gracias a la vida, por los obstáculos y desafíos que me motivan a levantarme con más fuerza cada vez. recuerden que aveces todo parece gris pero traten de buscar una luz entre la oscuridad, esa luz de esperanza que ilumina el andar. Sólo basta recordar esos momentos mágicos guardados, sentirlos como si estuvieran ocurriendo nuevamente, envolvernos de estos sentimientos y pensar en el deseo de volver a tenerlos. Ánimo, que la vida también da golpes de felicidad en el momento menos esperado, no se rindan. Sólo deben saber que si han luchado perseverantemente por conseguir la felicidad, en algún momento la van a recibir, y esto es uno de los grandes regalos que nos da la vida.


A seguir adelante, queda camino, mucho que entregar. mucho que aventurar, mucho que aprender, mucho que atesorar. La felicidad insuperable pertenece a aquellos que han superado todos las dificultades, que experimentan una buena plenitud y pueden afirmar con toda seguridad: "Sí, he vivido una existencia magnífica. Mi vida fue feliz"

 María Pia Chumbe López

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